jueves, 20 de septiembre de 2012

tema 12 psi social


TEMA 12 AUTOCONCEPTO E IDENTIDAD SOCIAL

EL AUTOCONCEPTO

¿QUÉ ES EL AUTOCONCEPTO?
Es la idea o imagen que el individuo tiene de sí mismo, lo que sabe de sí mismo. El autoconcepto global de una persona está formada por los distintos roles que desempeña, los contextos en los que se desenvuelve, las actividades que realiza, los rasgos que posee, el estado de ánimo que presenta en cada ocasión, etc. Debido a la complejidad y a la falta de acuerdo sobre una sola definición, se distinguieron 5v tipos de definiciones del autoconcepto que recogen las distintas descripciones que se han formulado de éste término:
  1. como toda la persona en general.
  2. Como personalidad.
  3. Como experiencia subjetiva.
  4. Como creencias sobre uno mismo.
  5. Como agente ejecutor.
CONOCERSE A UNO MISMO: EL AUTOCONOCIMIENTO
Es la comprensión de cómo es uno mismo y de cómo son las propias metas y habilidades. Para alcanzar esa comprensión necesitamos organizar la información que tenemos sobre nosotros mismos, y para ello recurrimos a los auto-esquemas. Esto hace que si nos encontramos en la vida con algún acontecimiento negativo, tengamos el suficiente número de recursos (auto-esquemas) a los que acudir para encontrar alguno que nos haga sentirnos bien. Sin embargo, los auto-esquemas excesivamente extremos pueden producir consecuencias aversivas para el individuo.
Pero, independientemente de cómo nos representemos esa información sobre nosotros mismos, ¿cómo podemos llegar al conocimiento de cómo somos realmente? Una de las formas es haciendo inferencias sobre nuestro comportamiento. Basándose en este principio, Bem desarrolló la teoría de la autopercepción. En ocasiones, las atribuciones que hacemos sobre las causas de nuestra conducta pueden cambiar debido a la influencia de agentes externos.
Una segunda forma de adquirir autoconocimiento es comparándonos con los demás. La teoría se centra en cómo las personas aprenden sobre sí mismas a través de la comparación con otros. “ brillar con la gloria ajena”. Se trata de una tendencia a aliarse o a fortalecer la alianza con personas o grupos deseables por algún motivo para mejorar la impresión que los demás tienen de uno mismo.









¿CÓMO SE FORMA Y SE MODIFICA EL AUTOCONCEPTO?
La teoría de la auto-discrepancia
cuando se producen diferencias entre cómo creemos que somos y cómo nos gustaría ser, o cómo creemos que deberíamos ser, nos solemos sentir incómodos y tratamos de reducir la disonancia. Esta teoría postula otros autoconceptos diferentes que servirían de guía a las personas para comparar el autoconcepto real con esos otros tipos de autoconcepto y solventar las posibles discrepancias entre ellos. Estas “guías” tienen principalmente dos funciones:
  1. son incentivos para nuestro comportamiento futuro.
  2. Operan como un criterio de comparación de nuestro autoconcepto real.
Estos otros autoconceptos son:
  1. autoconcepto ideal: cómo nos gustaría ser.
  2. Autoconcepto responsable: cómo creemos que deberíamos ser
  3. autoconcepto potencial: cómo pensamos que podemos a llegar a ser
  4. autoconcepto esperado: cómo esperamos ser en el futuro.
Pero además, estos múltiples autoconceptos se pueden considerar desde dos puntos de vista: el nuestro y el de alguna otra persona significativa para nosotros. Cinco supuestos en los que se fundamenta la teoría de la auto-discrepancia:
  1. las personas estamos motivadas para conseguir que nuestro autoconcepto real se aproxime a otros autoconceptos que consideramos relevantes en un momento determinado.
  2. Una auto-discrepancia es una estructura cognitiva que interrelaciona distintos tipos de autoconcepto discrepantes entre sí.
  3. Las discrepancias entre distintos tipos de autoconcepto provocan diferentes situaciones psicológicas negativas asociadas a estados emocionales/ motivacionales concretos.
  4. La probabilidad de que una auto-discrepancia produzca malestar psicológico depende de la facilidad con la que sea activada en la mente de la persona.
  5. Cuanto mayor sea la magnitud y la accesibilidad de un tipo de auto-discrepancia para un individuo, más sufrirá la clase de malestar asociado con ese tipo de auto-discrepancia.
Como consecuencia, cuanto menor sea la discrepancia entre los distintos tipos de autoconcepto, más positivo será nuestro estado emocional, ya que hemos alcanzado alguna de nuestras guías. Cuando pensamos que nuestros deseos y esperanzas personales no se han cumplido experimentamos insatisfacción, tristeza, depresión y decepción. Sin embargo, si creemos que no hemos cumplido los deseos y esperanzas que otros tenían sobre nosotros, experimentamos vergüenza y consternación.






El yo espejo
Con éste termino se denomina el fenómeno que consiste en vernos a través de los ojos de los demás, como si nos estuviéramos mirando en un espejo. Percibimos que en la mente de los demás existe bel pensamiento o la imagen de nuestra apariencia, comportamiento, metas, deseos, características, etc., y por lo tanto, nos vemos afectados por ello. Las personas se sienten afectadas por lo que piensan los grupos en general. Por ejemplo, aunque alguno de nuestros amigos nos considere inteligentes, no nos veremos así hasta que estemos seguros de que los profesores, nuestros padres, y la sociedad, nos consideran de esa forma.
Sin embargo, las personas no tendemos a vernos tal como nos ven los demás, sino como pensamos que nos ven. De esta forma, en primer lugar tienen una imagen de sí mismos y, en segundo lugar, creen que los demás les ven tal como se ven a sí mismos. Resumiendo, nos vemos a nosotros mismos como pensamos que nos ven los demás, en lugar de como nos ven realmente, y, al mismo tiempo, la valoración que hacemos de nosotros mismos es, precisamente, lo que influye en cómo creemos que nos evalúan los demás. Las personas con alta autoestima son más precisas son más precisas a la hora de conocer cómo les ve su pareja y ven en ella una fuente de apoyo de su autoconcepto. Las personas con baja autoestima tienen más dudas y temor al rechazo de su pareja.
En esta línea, resulta interesante el “fenómeno Miguel Ángel”, mediante el cual el autoconcepto se modifica a través del comportamiento de la pareja. En este caso, uno de los miembros de la pareja es el responsable consciente de que el otro modifique su autoconcepto. Se produce un cambio del autoconcepto para llegar a ser ese yo “ideal”. Así, ambos miembros de la pareja se “esculpirían” el uno al otro hasta conseguir que cada uno se convierta en su yo “ideal” gracias al otro.
MOTIVOS QUE AFECTAN AL CONOCIMIENTO SOBRE UNO MISMO
Se han identificado hasta la fecha al menos 3 motivos que nos impulsan a buscar información sobre cómo somos y sobre la forma en que nos ven los demás:
la autoevaluación
es el motivo que nos lleva a buscar información precisa sobre nosotros mismos y a revisar críticamente todos aquellos componentes que forman parte de nuestro autoconcepto: habilidades, limitaciones, comportamientos, creencias, sentimientos, etc. La autoevaluación se puede contemplar desde dos puntos de vista: uno más centrado en la valoración positiva o negativa del yo, y otro en el que se tiene en cuenta el grado en el cual las circunstancias, los contextos, y cada situación influyen en la evaluación que las personas hacen de sí mismas.
Las personas pueden utilizar 3 tipos de estrategias para mantener una autoevaluación positiva:
  • mediante comparación social: las personas desean mantener una autoevaluación positiva, si nos sentimos mal, compararnos con personas inferiores a nosotros en cualquier aspecto puede ayudar a que nos sintamos mejor.
  • A través de la reducción de la incertidumbre: al activar el autoconcepto y su autoevaluación se puede generar una incertidumbre sobre cómo somos realmente, y tratamos de reducirla comparándonos con los demás.
  • Por la expresión de valores: nos proporciona herramientas para conocernos y evaluar la información que tenemos de nosotros mismos. La autoafirmación es el ejemplo más claro de la expresión de valores como estrategia para mantener una autoevaluación positiva.
La autoverificación
Es la motivación para confirmar la imagen que tenemos de nosotros mismos. Afirma que a las personas nos gusta que los demás nos vean como nos vemos nosotros mismos. Según la teoría de la autoverificación, debido a la necesidad de coherencia psicológica, nos gusta que los demás nos digan y/o piensen que somos tal y como creemos que somos.
Existen dos formas de buscar la coherencia: conductual y cognitiva. Para lograr la coherencia de modo conductual podemos hacer uso de tres estrategias:
  1. buscar una interacción de forma selectiva, estableciendo relaciones con las personas que sepamos que nos ven tal y como nos vemos nosotros mismos.
  2. Mostrar señas claras de identidad para que se reconozca más fácilmente cómo somos, como vestirnos o peinarnos de una manera determinada.
  3. Aumentar nuestros esfuerzos para elicitar información auto-confirmatoria, como solicitar feed-back sobre nosotros mismos en relación con aquellas características que estamos seguros de poseer.
Para lograr la coherencia de manera cognitiva desarrollamos una percepción de la realidad compatible con cómo nos vemos nosotros mismos, y podemos hacerlo mediante tres estrategias:
  1. por atención selectiva. Estamos especialmente motivados para buscar feedback que confirme nuestras creencias acerca de cómo somos, y nos mostramos particularmente atentos a este tipo de información.
  2. Por el recuerdo selectivo. Recordamos mejor la información que confirma la imagen que tenemos de nosotros mismos.
  3. Por la interpretación selectiva. Damos mayor validez al feedback que confirma nuestra autoimagen.
El autoensalzamiento.
Es la motivación para obtener y/o mantener evaluaciones positivas de uno mismo. Sostiene que estamos motivados para mantener un autoconcepto positivo, y que la necesidad de autoensalzamiento aumenta cuanto mayores son los deseos de pensar favorablemente sobre uno mismo.
Un ejemplo de autoensalzamiento es el optimismo poco realista, también llamado “optimismo ilusorio” y “sesgo optimista”. Es el proceso por el cual las personas creen que para ellos será más probable experimentar situaciones positivas. Esto las hace sentirse más felices. Pero ese sesgo suele ir acompañado de otro cuyo efecto no es tan beneficioso: la “ilusión de invulnerabilidad”, que lleva a esas personas a pensar que tendrán menos probabilidades de experimentar situaciones negativas en comparación con otras personas similares, lo que produce una mayor tendencia a llevar a cabo conductas arriesgadas.
EL COMPONENTE EVALUATIVO DEL CONOCIMIENTO DE UNO MISMO: LA AUTOESTIMA
Es la actitud del individuo hacia sí mismo, es decir, la valoración que cada persona hace de todo lo que está incluido en su autoconcepto a lo largo de una dimensión de positividad-negatividad. Dependiendo de con quién nos comparemos, ganar o perder en esa comparación hará que nuestra autoestima sea más positiva o más negativa.
Otro factor muy relacionado con la autoestima es la identificación grupal , si se sienten identificadas con dichos grupo. Una de las formas de conseguir o aumentar una autoestima positiva es el autoensalzamiento. Se ha llegado a afirmar que las personas que no muestran esta motivación, o que no lo hacen correctamente, son tendencias a la depresión e incluso a las enfermedades mentales.
Algunos estudios defienden que la baja autoestima es la causa de determinados comportamientos antisociales, como el crimen, la delincuencia, la drogadicción, etc. Sin embargo, otros apoyan que la baja autoestima no es la causa, sino la consecuencia.

DEL AUTOCONCEPTO A LA IDENTIDAD SOCIAL

No podríamos llegar a un conocimiento completo de cómo somos si no incluimos en el autoconcepto nuestra pertenencia grupal, lo que sentimos por dichos grupos, y la influencia que tienen sobre nuestras creencias, sentimientos, percepciones, comportamientos, etc., es decir, la identidad social.
¿QUÉ ES LA IDENTIDAD?
“La identidad es una construcción altamente personal desarrollada a través de la integración de varias identificaciones y des-identificaciones con otras personas significativas y grupos de referencia, y una construcción social generada a través de la interiorización de roles y de reflejo de las valoraciones de otros”. Según esto, la identidad es un conocimiento que se construye:
  1. de manera principalmente personales
  2. teniendo en cuenta otra personas y/o grupos con los cuales el individuo se siente identificado, pero también aquellos con los que no.
  3. incluyendo el rol o roles que el individuo desempeña en un momento determinado y/o a lo largo de su vida
  4. en un contexto relacional. Es decir, influida por las reacciones, pensamientos, etc., que los demás tienen de nosotros, así como por la importancia que damos a esas reacciones o pensamientos.
¿QUÉ ES LA IDENTIDAD SOCIAL?
Es una clase específica de identidad. Hay dos tipos de identidades que definen a su vez distintos tipos de autoconcepto:
  1. identidad personal: define el autoconcepto en términos de rasgos y relaciones personales
  2. identidad social: es la parte del autoconcepto que deriva de la pertenencia a grupos sociales.
A finales de los años 90, se pasó de considerar esta doble dimensión a una triple:
  1. autoconcepto individual. Incluye las características personales que diferencian a una persona de otras.
  2. Autoconcepto relacional. Se refiere a relaciones diádicas con otras personas que son significativas para nosotros.
  3. Autoconcepto colectivo. Viene definido por la pertenencia grupal y diferencia el “nosotros” del “ellos”.
LA TEORÍA DE LA IDENTIDAD SOCIAL (TIS)
La conducta asociada con los procesos abordados por la TIS fue enmarcada en la teoría de la autocategorización del yo. Son tres los conceptos básicos de la TIS, la idea básica de la teoría es que las personas se categorizan a sí mismas como pertenecientes a la vez a diferentes grupos o categorías sociales.
La categorización social
es un proceso cognitivo por el cual se agrupan objetos,personas o acontecimientos que se consideran equivalentes. Es a través de la categorización como los individuos construyen su identidad social. En el caso de que los sujetos no se encuentren satisfechos con su identidad social, pueden recurrir a diversas estrategias para mejorarla.
La identidad social
Se refiere a “la parte del autoconcepto individual que deriva del conocimiento de la pertenencia a un grupo social junto con el significado emocional y valorativo que conlleva dicha pertenencia”. El conocimiento de la pertenencia al grupo y el significado valorativo incluidos en la definición se adquieren gracias a los procesos de comparación social que se producen entre el grupo al cual pertenece cada individuo y aquellos a los que no pertenece.
De acuerdo con la TIS, las personas se definen a sí mismas en función de la pertenencia a un grupo y tienden a mantener o conseguir una identidad social positiva mediante la comparación de su grupo con otros. Ahora bien, la identidad social positiva en una comparación social se puede alcanzar por la distinción positiva del propio grupo ante otros.
La comparación social
Es el proceso por el cual las personas tienden a compararse a sí mismas con otras. Por lo tanto, no sólo se trata de ser diferente, sino también hay que ser mejor.
LA TEORÍA DE LA AUTOCATEGORIZACIÓN
Esta teoría trata de explicar cuál es el proceso que lleva a las personas a incluirse en una u otra categoría. En qué categoría se incluyan en cada momento dependerá de las circunstancias sociales en las que se encuentren.
La Teoría de la categorización del yo pone su foco de atención en cómo las personas son capaces de llegar a actuar como un grupo.
Según la teoría, las categorizaciones que forman el autoconcepto se hallan en tres niveles distintos de abstracción: el supraordenado, que es más amplio o abstracto, el intermedio, que correspondería a la identidad social, y el subordinado, que es el de menor inclusividad y correspondería a la identidad personal.
El comportamiento grupal sería entonces, según Turner, un cambio en el nivel de anstracción, llevando a una despersonalización pero sin perder la identidad individual, es decir, sin que se eliminen todos los procesos que influyen en la formación y desarrollo del autoconcepto. Esto hace que se defina a las personas del propio grupo o de otros grupos en términos del prototipo, es decir, de las características típicas asociadas con la pertenencia al grupo.
Esto ocasiona que nuestro autoconcepto pueda ser cambiante y a la vez estable.

LA RELACIÓN ENTRE IDENTIDAD PERSONAL E IDENTIDAD SOCIAL

Desde la perspectiva tradicional de la TIS, la identidad personal y la identidad social se han considerado como dos aspectos separados del autoconcepto global del individuo. Mientras que la identidad personal se refiere a la autodefinición del individuo como único y diferente a los demás, la identidad social alude a la parte del autoconcepto definida por las categorías sociales a las que se pertenece.
En algunos contextos, el individuo puede estar tan conectado con el grupo que la barrera yo-otros se vuelve difusa y el grupo es considerado como una exteriorización de uno mismo. En estas circunstancias, las personas equiparan el bienestar del grupo con su propio bienestar y perciben las metas y prioridades del grupo iguales a las suyas. Es lo que se ha denominado fusión de la identidad. La fusión de la identidad presupone un alto grado de identificación con el grupo. Sin embargo, incluye un sentimiento de “unidad” con el grupo que elimina las barreras entre “uno y otro” y distingue a los miembros fusionados de los miembros que están simplemente identificados. La fusión cambia las prioridades de los miembros del grupo hasta el punto de que se preocupan más de los resultados del grupo que de los suyos propios. La equivalencia percibida entre los resultados personales y los del grupo tiene dos implicaciones importantes: por una parte, las personas fusionadas estarán preparadas para realizar sacrificios extraordinarios por el grupo y, por otra, la concepción que las personas tienen de sí mismas y del grupo estarán dinámicamente relacionadas, hasta el punto que las amenazas a una de las partes disparará esfuerzos para apuntalar la otra parte.

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